INTRODUCCIÓN

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JOAQUÍN GÓMEZ CARRILLO, escritor de Cieza (Murcia), España. Es el autor del libro «Relatos Vulgares» (2004), así como de la novela «En un lugar de la memoria» (2006). Publica cuentos, poesías y relatos, en revistas literarias, como «La Sierpe y el Laúd», «Tras-Cieza», «La Puente», «La Cortesía», «El Ciezano Ausente», «San Bartolomé» o «El Anda». Es también coautor en los libros «El hilo invisible» (2012) y «El Melocotón en la Historia de Cieza» (2015). Participa como articulista en el periódico local semanal «El Mirador de Cieza» con el título genérico: «El Pico de la Atalaya». Publica en internet el «Palabrario ciezano y del esparto» (2010).

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26/3/24

El primer campechano

 .

Palacio Real de la Granja de San Ildefonso, mandado construir por Felipe V, con enormes jardines y artísticas fuentes de agua que, aún hoy en día, funcionan por gravedad

En el último artículo de esta serie histórica nos quedamos en un hecho trágico: el incendio del antiguo Palacio Real (también llamado «el Alcázar» por su origen de fortaleza árabe) en la Nochebuena de 1734. ¡Un desastre!, por la cantidad de valiosísimas obras de arte que allí ardieron. Se tiraron toda la noche rescatando lo que podían, y, aunque solo murió una persona, la magnitud de las llamas fue tal (había mucha madera en la arquitectura de aquel edificio), que se perdieron alrededor de 500 obras de arte, incluidos cuadros de Velázquez; por cierto, el de Las Meninas, que por fortuna se salvó del la quema, fue pintado en aquel palacio, y el espacio que el artista recrea en el cuadro era unos de los salones del viejo Alcázar de Madrid. Dijimos también que cuando el fatídico siniestro, ya reinaba en España Felipe V, el primer Borbón, o el primer «campechano», que ya saben cómo son los Borbones: muy campechanos ellos. ¿Y por qué vino de monarca este hombre? Bueno, ya saben que el último Austria fue Carlos II «el Hechizado», el cual, enfermizo toda su vida, no logró descendencia, y aunque probó con dos mujeres, no hubo nada que hacer; en absoluto se parecía a su padre, Felipe IV, que fue un rey de bragueta alegre y no daba la ida por la venida, preñando a la reina o haciendo hijos bastardos.

La cosa fue que cuando en el año 1700 Carlos II hincó el pico se produjo un auténtico problema de sucesión; tanto que se declaró una guerra: «la Guerra de Sucesión», que fue internacional y se prolongó un puñado de años: al menos hasta la firma del Tratado de Utrecht en 1713. ¿Les suena, que perdimos Gibraltar en esa fecha? Pues sí, los ingleses se empeñaron en que querían el peñón, y los españoles dijeron bueno, por un peñón no vamos a pelearnos y se lo concedieron; luego ellos, muy chulitos, empezaron a repizcar terreno y ensanchar la colonia «britis» y ya tienen hasta un aeropuerto y, sobre todo, miles de empresas fantasmas para blanqueo de capitales y otras actividades poco ejemplares.

 Pues como íbamos diciendo, había mucha preocupación en la corte española y el rey Carlos II testó legando la sucesión de la corona en un muchachico (José Fernando de Baviera) que, aunque estaban emparentadas casi todas las monarquías de la vieja Europa y todos llevaban sangre real o imperial, no corría mucho peligro de que este zagalico aglutinase demasiado poder, tanto por el lado francés como por el del Sacro Imperio. Estaba claro que en Europa tenían miedo a que el heredero designado adquiriese el poderío que tuvo Carlos I de España y V de Alemania, ¿recuerdan, cómo los tenía de bien puestos nuestro Carlos, que fue capaz de darle sopas con honda al mismísimo rey de Francia y al papa Clemente VII, además de dar mucha caña a los protestantes? Pero, ¡oh desgracia!, esta criaturica murió con siete añicos, por la jodida viruela; ya saben que hasta que no se inventaron las vacunas y hasta que Fleming no descubrió la penicilina, cualquier enfermedad que hoy en día no es nada, de hecho la viruela está erradicada y solo se conserva bajo siete llaves en los laboratorios, pues te podía llevar para adelante.

¿Qué hacer entonces? Pues nada, que el pescao se lo llevó el Felipito de Ajou, un franchute, ya descagazaíco, de la casa de Borbón, que era bisnieto de Felipe IV (el de la cara de Gabino Diego, ¿recuerdan?) y sobrino nieto de Carlos II, enfermo toda su vida. Así que, llevando sangre de Habsburgo, su apellido era Borbón (le decían el «Animoso», pero yo creo que sería bastante «campechano», aparte de traer educación de la corte de Versalles, pues también era nieto del «Rey Sol». Mas algunas naciones no estaban por la labor y se montó un conflicto internacional con motivo de esta sucesión al trono español. Pero es que dentro del territorio patrio, ídem de lo mismo: unos apoyaban la sucesión en Felipe V (de la casa de Borbón) y otros se inclinaban por el Archiduque Carlos de Habsburgo (de la casa de Austria). Y las naciones europeas, luchando también; unas con un bando y otras con el otro, hasta que las tropas de Felipe V comenzaron a imponerse y ganar terreno. Y en estas que el Archiduque Carlos se hace con la corona del Sacro Imperio Romano Germánico, lo cual produce la retirada del apoyo internacional a ese bando y proponen la firma del Tratado de Utrecht (1713) y todo arreglado. Pero no del todo; ¿saben quienes no aceptaron ese tratado y siguieron ternes guerreando a favor del Archiduque Carlos? Los aragoneses, dentro de cuyo histórico reino estaba el Principado de Cataluña. De manera que las tropas reales de Felipe V tuvieron que dar mucha leña a los catalanes para «convencerlos» de que la Guerra de Sucesión se había acabado y tenían que acatar el trono Borbónico. Cosa que hoy en día utilizan torticeramente los nacionalistas secesionistas (vg. el huido de la justicia Puigdemont) para argumentar que en 1714 perdieron su «soberanía» ante el ejército de Felipe V. ¡Mentira podrida! En aquel final de la Guerra de Sucesión, los aragoneses y catalanes (pertenecían a un mismo e histórico reino, de ahí que sus banderas son idénticas) luchaban por un rey Habsburgo en España, no por una «independencia».

Este primer rey Borbón tuvo que hacer muchos cambios en la vieja administración de los territorios, se instaló en el Palacio del Buen Retiro de Madrid, como ya dijimos anteriormente, y mandó construir la maravilla de palacio que es el de La Granja, con unos jardines versallescos, cuyas numerosas fuentes de agua funcionan por gravedad mediante un estanque existente en la parte alta del terreno que llaman «la Mar», donde cuando no tenían nada que hacer, que era siempre, se paseaban en góndola. Por otro lado, y tras el devastador incendio del antiguo Palacio Real (el Alcázar) en la Nochebuena de 1734, Felipe V comenzó a impulsar la construcción de un enorme y nuevo palacio, todo de piedra para que no le afectaran posibles incendios, que es el actual Palacio Real, cuya Plaza de Oriente despejaría luego José Bonaparte para darle su fantástico aspecto.

©Joaquín Gómez Carrillo

 

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Cuentos del Rincón

Cuentos del Rincón es un proyecto de libro de cuentecillos en el cual he rescatado narraciones antiguas que provenían de la viva voz de la gente, y que estaban en riesgo de desaparición. Éstas corresponden a aquel tiempo en que por las noches, en las casas junto al fuego, cuando aún no existía la distracción de la radio ni el entoncemiento de la televisión, había que llenar las horas con historietas y chascarrillos, muchos con un fin didáctico y moralizante, pero todos quizá para evadirse de la cruda realidad.
Les anticipo aquí ocho de estos humildes "Cuentos del Rincón", que yo he fijado con la palabra escrita y puesto nombres a sus personajes, pero cuyo espíritu pertenece sólo al viento de la cultura:
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* Tres mil reales tengo en un cañar
* Zuro o maúro
* El testamento de Morinio Artéllez
* El hermano rico y el hermano pobre
* El labrador y el tejero
* La vaca del cura Chiquito
* La madre de los costales
* El grajo viejo
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Frases para la reflexión:

"SE CREYÓ LIBRE COMO UN PÁJARO, Y LUEGO SE SINTIÓ ALICAÍDO PORQUE NO PODÍA VOLAR"

"SE LAMÍA TANTO SUS PROPIAS HERIDAS, QUE SE LAS AGRANDABA"

"SI ALGUIEN ES CAPAZ DE MORIR POR UN IDEAL, POSIBLEMENTE SEA CAPAZ DE MATAR POR ÉL"

"SONRÍE SIEMPRE, PUES NUNCA SABES EN QUÉ MOMENTO SE VAN A ENAMORAR DE TI"

"SI HOY TE CREES CAPAZ DE HACER ALGO BUENO, HAZLO"

"NO SABÍA QUE ERA IMPOSIBLE Y LO HIZO"

"NO HAY PEOR FRACASO QUE EL NO HABERLO INTENTADO"